Estudiar en el extranjero es una parte importante de la universidad. Si bien algunos pueden hacerlo durante toda la carrera, la mayoría recurre a los Programas de Intercambio, que proporcionan, por un tiempo más corto, un poco la misma experiencia. Ahora bien, aunque la mayoría conoce las ventajas y los privilegios de estudiar en el extranjero, hay que señalar que también existen grandes dificultades en este proceso. ¿Es una experiencia vital y de aprendizaje importante que marcará el rumbo de tu carrera y tu trayectoria personal? Sí. El gran Renzo Piano lo señala como importante en su formación: “si no viajas, no entiendes la suerte que tienes de […] vivir a hombros de gigantes, en la libertad que se ha construido durante siglos”. Es hermoso. Pero ¿es también un proyecto doloroso y extremadamente estresante que requiere mucha planificación? Pues sí. Y aquí están las cinco mayores dificultades no contadas de tu experiencia soñada en el extranjero.
Elegir es más difícil de lo que parece
Bien, empecemos con lo que parece un problema del primer mundo. Y puede que lo sea. Pero, cuando se trata de estudiar en el extranjero, hay tantas posibilidades que puede ser bastante abrumador, sobre todo para los jóvenes que ansían conocer el mundo entero. Además de tratar de encontrar un país que resulte atractivo tanto por razones académicas como personales, también hay que encontrar una ciudad dentro de él, y luego una universidad concreta, sin olvidar nunca comprobar constantemente los programas y convenios que ofrece la propia universidad (en el caso de los estudiantes de intercambio) para no enamorarse de una escuela a la que simplemente no se puede ir. Tener todo alineado es una tarea difícil, y debes hacer todas estas elecciones más de un año antes de ir realmente allí, para que finalmente puedas empezar todo el proceso burocrático… lo que me lleva a los problemas número dos y tres.
El papeleo
Cuando nos convertimos en adultos, es normal tener que rehacer algunos de nuestros documentos, lo que puede llevarnos a unas cuantas semanas de estrés. Cuando se va al extranjero, no sólo hay que llevar todos estos documentos, sino que a veces hay que llevar otros más nuevos, por no hablar de lo que puede pedir la universidad y el gobierno del país al que se va. Te van a hacer información sobre ti, tus padres, tu cuenta bancaria y muchas otras preguntas, y si no lo tienes todo preparado, puede arruinar los planes de todo un año. Carecer de documentos cuando intentas conseguir una plaza en una nueva universidad indica a la administración que no estás preparado, y eso es una de las peores cosas que pueden pasar en este proceso.
La burocracia
Así que, después de leer el punto número dos, una persona razonable podría preguntarse dónde encontrar estas necesidades e información. Pues bien, ahí es donde empieza la diversión. Aunque definitivamente varía según la universidad y el país elegido, es común ver quejas sobre lo difícil que es encontrar información sobre lo que hay que hacer, y también sobre lo lento que puede ser todo el proceso. La paciencia es primordial, ya que el proceso burocrático previo a la realización de los planes de viaje está destinado a crear muchos problemas de ira. Por no hablar de la complejidad de la información, la cantidad de excepciones a cada norma y la posibilidad constante de cambio cada nuevo semestre.
La vida es una tarea constante
Una vez que llegas a tu nuevo país, comienza una nueva vida. Una vida de asombro, nuevas amistades, experiencias, estudios… y también muchas tareas. Claro que en muchas culturas es normal vivir solo una vez que se es adulto, pero hacerlo en el extranjero es mucho más difícil. Tener que sobrevivir en un país nuevo, con gente nueva, idiomas y cultura diferentes, hace que todo sea más duro. Y tanto si vives en tu nueva residencia universitaria como si no, nunca subestimes el tiempo que te lleva hacer la colada o comprar la comida. Las tareas pueden ocupar casi todo tu tiempo libre, al menos hasta que te establezcas y te acostumbres a esta nueva realidad en el extranjero.
Mucho. Dinero
Aunque hay algunos afortunados cuyos padres pueden ayudar con dinero para estudiar en el extranjero y pueden permitirse pagar estos viajes, para la mayoría, ser joven es casi sinónimo de estar en la quiebra. Irse al extranjero durante largos periodos de tiempo puede suponer un gran gasto, sobre todo si la moneda del país elegido está más valorada que la del país de origen. Para solucionarlo, trabajar antes o durante el intercambio es casi una obligación, pero también puede significar inestabilidad emocional y estrés, sobre todo al mezclarlo con los demás problemas, como intentar resolver el papeleo o hacer las tareas diarias en el extranjero. Para mantener la cordura, la planificación y la investigación son primordiales, mientras que las metas pequeñas, alcanzables y constantes son el mejor camino para conseguir ese ansiado viaje de estudios.
