
“Nunca te metes dos veces en el mismo río” – Heráclito
¿Qué es repensar?
Según el Diccionario de Cambridge, el significado de repensar es:
Volver a pensar en un plan, idea o sistema para cambiarlo o mejorarlo:
Repensar. Mejorar. O cambiar. Puede ser cualquier cosa. Un concepto, un sistema estructural, una organización o incluso una forma de trabajar.
Pero, ¿por qué repensar?
La respuesta a esta pregunta está a nuestro alrededor. Si puedes mirar alrededor de tu barrio o incluso de tu habitación en este momento. Encontrarás que en casi todas las cosas que hay la mayoría son producto de un replanteamiento.
Sea el edificio de estructura de acero que se levanta hoy delante de ti existe hoy porque alguien no se conformó con creer que sólo podemos estar bajo las rocas como cuevas. La taza que tienes frente a ti tiene un mango y un aislamiento cómodos sólo porque alguien no se conformó con las ollas de barro y creyó que podía ser mejor. De la misma manera que hoy llevamos nuestros smartphones tan pequeños como para llevarlos en el bolsillo. Sólo porque alguien creyó que se podía mejorar, es posible tener un aparato que puedes llevar y estar conectado en cualquier parte del mundo.
¿No es extraño pensar que podremos volar a lugares a través de una máquina que parece más de una película de ciencia ficción que de la realidad? Debe ser un sueño para muchos de nuestros antepasados saber que hoy hemos tocado la luna, mientras que lo máximo con lo que fantaseaban era con volar un avión por las ciudades. Desde luego, entonces era extraño. Igual que parece nuestra idea de tener coches voladores y edificios flotantes en los próximos años.
Pero lo imposible de ayer es la realidad de hoy. Y lo imposible de hoy será la realidad de mañana. ¿Pero qué dice todo esto?
Simplemente dice que la mitad de nuestro mundo existe porque las cosas, los productos, los conceptos, las ideas, los planes fueron repensados. Fueron cuestionados, debatidos y discutidos. El mismo avión que llevó a dos personas a la mayoría, hoy lleva a cientos. ¿Por qué?
Porque lo repensaron. Y en el momento en que lo hicieron se empezó a allanar el camino a la innovación. Como si no hubieran pensado que se podía mejorar, todavía estaríamos viviendo en cuevas en zonas remotas. Así que, como las muchas cosas que discutimos la arquitectura es sólo una de ellas. Y puede decirse que ha sido uno de los campos más influyentes en los que el replanteamiento ha jugado un papel clave. Y cabe preguntarse eso:
¿Cuál es la importancia del cambio y la evolución en la arquitectura?
Creo que la respuesta a esta pregunta no necesita que nos sumerjamos en algunas escrituras o libros desconocidos. Sino que basta con pararse en el momento presente y echar un vistazo a nuestro pasado. No, no como tú o como yo. Sino como un humano; que todos somos.
¿Qué ves?
¿Ves cómo todos empezamos como la nueva criatura en este planeta desconocido que vaga para conseguir la matanza? Cómo empezamos con la necesidad básica de comida y seguridad. Asentándonos en las orillas de los ríos. Poco a poco pasamos de un refugio que puede proporcionarnos seguridad de los animales salvajes. A un pequeño asentamiento donde aprendimos el concepto básico de una casa. Luego empezamos a ir más allá del modo de supervivencia y entramos en el formato de asentamiento. Donde el refugio significaba algo más que seguridad y un lugar donde vivir con nuestras familias y grupos. Al pasar a ocupaciones como la agricultura, las casas ampliaron su formato. Y pronto, con la ciencia y los avances tecnológicos, nuestra arquitectura se ha expandido mucho más allá de un refugio. Abarca nuestros lugares de ocupación, oficinas. Los centros de entretenimiento hasta los hoteles de lujo. Y las casas en las que vivimos hoy en día, aunque tienen el objetivo básico de protegernos y refugiarnos, se han expandido en términos de tecnología, lujo y confort.
Y una rápida mirada a la línea de tiempo de nuestra evolución arquitectónica puede hablar por sí misma de hasta qué punto la evolución no es sólo un factor importante. Sino una parte integral de la arquitectura.
Con el cambio de los seres humanos, el mundo también cambia. Nuestras necesidades cambian, nuestros requisitos se han modificado. Queremos cosas diferentes. Lo viejo se sustituye por lo nuevo. Cambiamos cada día. Y muy rápidamente. Y, francamente, está ocurriendo tan rápido y en tantos lugares que es difícil darse cuenta.
Como, ¿has visto lo mucho que has cambiado?
Sí, tú. Tú, yo y todos nosotros hemos cambiado. Puede ser un cambio pequeño o grande. Bueno o malo. Pero todos hemos evolucionado cada día. Y para verlo todos tenemos que hacer una pausa en el espejo y mirarnos a nosotros mismos para verlo. Y lo mismo ocurre con la casa en la que tanto nos gusta vivir, las oficinas diáfanas o los bonitos paseos. Todos ellos están cambiando. Y para verlo, quizá sólo tengamos que mirar por la ventana.
La arquitectura es el vasto lienzo que siempre está cambiando. Se colorea, se traza y se diseña con cada día que pasa. Porque se trata de personas. Y las personas cambian. También lo hacen los ladrillos, los cristales y las puertas en las que viven. Mientras la humanidad exista en esta faz de la tierra. La evolución seguirá ocurriendo. Y habrá una necesidad constante de repensar; cualquier cosa y todo.
Como el padre de la evolución había citado hace años y sigue siendo cierto que:
“No es la más fuerte de las especies la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que más responde al cambio”. – Charles Darwin, 1809