Los Dawoodi Bohras son una comunidad muy unida, por lo que toda la comunidad se estableció en una parte de la ciudad entre finales del siglo XIX y principios del XX. La primera vez que oí hablar de Sidhpur, sólo me enteré de la importancia de ser Matru Gaya, un lugar piadoso donde los hindúes realizan los últimos ritos y rituales para sus madres que han partido. Esta pintoresca ciudad, situada en la orilla izquierda del río Saraswati, es también un lugar sagrado para los devotos del Señor Shiva, ya que cuenta con un magnífico templo llamado Rudra Mahalaya.
Sin embargo, recientemente he descubierto que en medio de esta ciudad adormecida se encuentra una amplia avenida que alberga las más etéreas y exquisitas mansiones que destacan entre los estilos arquitectónicos típicos de la India. Estos “Havelis” pertenecen a los Dawoodi Bohras, una comunidad comercial musulmana chiíta de Gujarat. De ahí que estos ‘Havelis’ se conozcan como “Bohravads”. Las mujeres de los Bohra lucen burkas de colores, a diferencia de otras comunidades musulmanas, donde las mujeres van vestidas principalmente de negro; esta diferencia parece reflejarse también en el comportamiento de las casas de los Bohra.
A primera vista, puede que uno tenga que parpadear dos veces para disipar cualquier duda sobre la ilusión, ya que estas casas han sido adornadas con intrincados detalles de estilo neoclásico. Uno puede sentirse como si se hubiera transportado a una pequeña ciudad europea o incluso haber viajado en el tiempo a la época victoriana.
Aunque el estilo general de la casa es muy poco ortodoxo y extraordinario, algunos elementos se han derivado de la arquitectura local. Los altos zócalos u otlas, proporcionan una base de transición a la entrada de la casa, una característica que se ha utilizado durante mucho tiempo en las viviendas no sólo en Gujarat sino en toda la India. Las otlas se utilizan como espacios sociales, donde las familias de los Dawoodi Bohra se reúnen al anochecer, un aspecto clave de una comunidad muy unida. Estas casas son estrechas pero profundas, y tienen un pequeño patio en el centro, otro elemento que se encuentra en la mayoría de los “Havelis”, originarios de una región de clima cálido y seco. Siguiendo las estructuras tradicionales, cada casa comparte paredes con la siguiente y está construida principalmente con madera.
La fachada de cada casa está pintada con tonos pastel caribeños -rosa bebé, melocotón, azul cielo, verde lima e incluso menta-, lo que distingue a los Bohravad de los demás edificios de la ciudad, que tienen una paleta de colores muy neutra. El barrio casi transmite la sensación de estar caminando por un arco iris.
Desde la placa de identificación fuera de las casas hasta la barandilla de la escalera, cada componente está delicada e intrincadamente detallado. Individualmente, cada pied-à-Terre presenta su elegante monograma indicando el nombre de la familia, casi como un escudo de armas. Junto con el monograma, a menudo había una oración tallada sobre la puerta principal. Los suelos están cubiertos con deslumbrantes motivos geométricos y, en muchas ocasiones, velados con hermosas alfombras persas; los techos, adornados con graciosas molduras de yeso. Ninguna superficie se salva: las paredes también están revestidas con azulejos geométricos y frisos detallados. Cualquier espacio vacío en las paredes está adornado con lienzos y fotos insertadas en marcos de madera muy ornamentados.
La fuerte influencia de la arquitectura victoriana es evidente en las aperturas con capucha, los miradores y las elaboradas pilastras. Los arcos trilobulados se han utilizado ampliamente y se han iluminado con vidrieras. Puertas falsas bellamente talladas y balcones con balaustres clásicos bordean los pisos superiores de las residencias. Los “Jaalis” y las molduras meticulosamente esculpidas de la fachada aumentan sin esfuerzo el encanto del edificio
Una vivienda digna de mencionar construida en este exclusivo estilo es la “Casa de las 365 ventanas”. Aunque es una estructura descuidada, esta monumental mansión, originalmente llamada Mansión Jhaveri, está ornamentada con grandes pilastras y grandes tallas. Los patrones geométricos de toda la fachada de la estructura son un guiño a la arquitectura islámica. La rehabilitación de esta mansión patrimonial, en particular, añadiría definitivamente a Sidhpur al mapa arquitectónico del mundo.
Los Dawoodi Bohras eran comerciantes y viajaban a menudo al extranjero. La enorme inspiración de sus viajes les llevó a construir estas casas que son una magnífica mezcla de arquitectura Victoriana, europea, Islámica e India. Es innegable que son una comunidad muy rica y que actualmente se han establecido fuera de esta ciudad, en ciudades prósperas como Mumbai y Ahmedabad, o incluso en el extranjero, como Europa y África oriental. Por esta razón, todos estos gloriosos “Havelis” están vacíos hoy en día, y pueden parecer prácticamente abandonados para un visitante. Mientras que algunas familias visitan estas casas ancestrales una vez al año, otras han designado cuidadores que mantienen y revisan las casas con frecuencia. Aunque las Bohravads se construyeron hace unos 200 años y hoy están deshabitadas, no están ni mucho menos deterioradas.
Se podría decir que estas avenidas de 200 años de Sidhpur, adornadas con bungalows de colores pastel, eran bastante futuristas porque, en los tiempos que corren, su calidad estética se ajusta perfectamente a la definición de lo que denominamos “Instragramable”. Los Bohravads no se parecen a nada que se haya visto antes en el contexto indio y espero que se tomen las medidas adecuadas para preservarlos para las generaciones venideras, ya que son una mezcla única de varios estilos de arquitectura global. Todavía no es posible viajar en el tiempo, pero una visita a Sidhpur seguramente le llevará a un país europeo de un siglo o dos atrás.
