Para la mayoría de los estudiantes de arquitectura (e incluso para los arquitectos experimentados) en ocasiones, la idea de resolución de problemas en la arquitectura puede parecer muy abrumadora y caótica, ya sea el requisito de un cliente individual para una casa densamente funcional en un sitio estrecho o un gran edificio público que tendrá que atender a una demografía variada, los desafíos básicos siguen siendo los mismos. La clave para descifrar una solución óptima reside invariablemente en una de las habilidades más importantes que se enseñan en las escuelas de diseño de todo el mundo: el análisis, el arte del análisis se aprende mejor con la práctica que con las lecciones en aulas.
El análisis de un problema siempre debe estar guiado por los siguientes dos objetivos:
- Comprender las múltiples vertientes que crean el problema.
- Para identificar y abordar cada una de forma independiente, tal como un engranaje en un sistema más grande.
Una buena solución surge de la deconstrucción sistemática del problema, con la ayuda de una buena dosis de pensamiento crítico. El Diccionario de Oxford define el “pensamiento crítico” como “el proceso de analizar la información de forma objetiva, con el fin de emitir un juicio sobre ella” entonces, ¿cuáles son las preguntas objetivas que pueden llevarte a pensar en la dirección correcta? ¡Aquí hay una pirámide simple e infalible que te llevará directamente a diseccionar ese problema alucinante!
En la base de la pirámide, como base de todo el caos, se encuentra la pregunta más pertinente: “¿qué?” ¿Cuál es el problema? es fundamental definir el problema con la mayor claridad posible antes de intentar llegar a una solución, responder a esta pregunta fundamental es la mitad del problema a resolver.
En el siguiente nivel está el proceso de comprender “quién” se ve realmente afectado por el problema definido, comprender a sus participantes, ocupantes y víctimas, sus necesidades y ambiciones. Comprenda que, independientemente de que cada uno posea rasgos distintivos individuales, el problema afecta a cada uno de una manera determinada, identifique este patrón, una única forma común en la que todas las víctimas están unidas en el problema presentado.

Una vez identificadas las personas y sus motivos, es fundamental determinar el contexto del problema, el área/zona/localidad se convierte en el tercer actor más crucial en el proceso de resolución de problemas, intente comprender “dónde” ocurre el problema.
Esto finalmente nos lleva al componente de tiempo ¿cuándo ocurre el problema? ¿Es estacional o diurno? ¿Se activa durante un momento en particular o es un problema persistente? Responda a esto con precisión.
Una vez que estas cuatro preguntas básicas se abordan satisfactoriamente la apariencia de una solución comienza a aparecer en el horizonte, este es el momento para que una vez más junte los hilos desenredados y responda al “¿por qué?” ¿Por qué ocurre el problema? ¿Qué hace que las personas, el lugar y el tiempo se vean afectados de esa manera? ¿Existe un disparador externo? Desarrolle las preguntas de manera objetiva hasta que encuentre la raíz del problema.
En la cúspide de la “Pirámide de resolución de problemas en arquitectura” se encuentra el “¿cómo?”. ¿Cómo se puede resolver la causa raíz del problema? ¿Existen precedentes que se abordaron de manera efectiva? ¿Existen soluciones que se puedan adaptar con modificaciones relevantes? ¿Cómo puede proporcionar una solución que no traiga consigo una serie de consecuencias adversas?
At the very pinnacle of the ‘Pyramid of Architectural Problem-Solving’ lies the ‘how?’. How can you solve the root cause of the problem? Are there precedents that were effectively addressed? Are there existing solutions that can be adapted with relevant modifications? How can you provide such a solution that does not bring with it a host of adverse consequences?
Es esta cúspide del cuestionamiento la que finalmente conduce a lo que producimos como diseño, su diseño será una síntesis coherente y bien desarrollada de los elementos que ha analizado minuciosamente. El diseño resolverá ambigüedades, abordará el problema desde todos los ángulos y pondrá orden en el escenario, después de todo, ¡la base de todas las misiones humanas es la lógica y el orden!