“Lo que define el carácter de una ciudad es su espacio público, no su espacio privado. Lo que define el valor de los bienes privados no son los bienes por sí mismos, sino los bienes comunes. El valor del bien público afecta al valor del bien privado. Tenemos que demostrar cada día que los espacios públicos son un activo para una ciudad”. – Director Ejecutivo de ONU-HABITAT, Joan Clos I Matheu
Los espacios abiertos urbanos afectan la imagen de las comunidades urbanas y son vitales para la cultura urbana y la vida en la ciudad. Las áreas urbanas son principalmente una mezcla heterogénea de comunidades que conviven. Presentan varios ejemplos de contrastes en diferentes niveles de la jerarquía social. Estas distinciones en pensamientos y acciones ofrecen identidad al barrio y lo hacen único dentro de la ciudad. Por lo tanto, los espacios abiertos se modifican para romper los límites de los contrastes económicos y, en general, permanecen como espacios de intercambio de pensamientos y expresión dentro de ese espacio urbano. El espacio público configura la vida pública en las ciudades y afecta a las prácticas cotidianas de la vida urbana.
La idea de lo que constituye un lugar se ha ampliado. A finales de los años 70, con Jane Jacobs y Kevin Lynch, la idea de lo que constituye un entorno humano ha cambiado. El enfoque de la creación de lugares se ha ampliado para incluir la calidad y el carácter de los barrios y distritos. Al ampliarse el ámbito de actuación de los diseñadores, también lo hicieron las formas de contrarrestar la experiencia humana. Así, las preguntas sobre cómo activar un espacio público se volvieron cruciales y el papel del espacio público en la transformación de las ciudades se hizo evidente y vital.
¿Por qué necesitamos espacio público?
Los espacios públicos dan forma a las comunidades en los barrios. Son lugares de experiencia y pueden fomentar la preparación política, las actividades de dinamización y ayudar a prevenir las malas acciones. Son situaciones para la asociación y el intercambio de pensamientos que influyen en la naturaleza de la condición urbana. Con el progresivo aumento de la población urbana, se prevé que a mediados de siglo alrededor del 75% de las personas vivan en comunidades urbanas, por lo que la importancia de los parques y otros espacios abiertos se verá magnificada.
Esto hace que se cuestione la validez del hecho de que ¿hasta qué punto son sostenibles nuestros espacios abiertos? ¿Y cuán importante es tener un espacio abierto sostenible? Los parques bien planificados, por tanto, se convierten en un activo importante y una necesidad creciente. Se convierten en un lugar de asuntos sociales y son un espacio público democrático. Tienen un factor en las ventajas ecológicas aportadas a las zonas urbanas. Y pueden moderar el cambio ambiental, mientras que las plantaciones y otras superficies permeables asimilan el agua durante los monzones y previenen las inundaciones. Por eso, según las normas de planificación de muchas ciudades como Estados Unidos y Singapur, entre el 15 y el 20% del suelo debería dedicarse a espacios públicos abiertos. Sin embargo, muchas ciudades están muy por detrás de este objetivo. Independientemente de la sostenibilidad, nadie cuestiona todavía la porosidad de las superficies de los espacios abiertos.
Para hablar de espacios abiertos sostenibles, la sostenibilidad ecológica es una idea fundamental detrás del High Line de Nueva York. El parque es una estructura naturalmente verde; el High Line es una línea de ferrocarril de carga elevada que se convirtió en un parque abierto en el lado oeste de Manhattan. Está reclamado por la ciudad de Nueva York, mantenido y trabajado por las comunidades que apoyan el High Line. Trabajaron para salvaguardarlo y cambiarlo cuando la notable estructura estaba en peligro de destrucción. En la actualidad es una asociación sin ánimo de lucro que trabaja con el gobierno para mantener este espacio elevado y verde abierto para todos. Por lo tanto, el tipo de asociación que la comunidad desarrolla en y alrededor del espacio abierto es muy importante para mantenerlo vivo.

Impacto de los espacios públicos en las ciudades
Los espacios públicos son un elemento crucial para el éxito de las ciudades. Ayudan a crear un sentimiento de comunidad, carácter urbano y cultura. Los espacios abiertos fomentan el capital social, el progreso monetario y la revitalización de la comunidad. No sólo hacen que las ciudades sean habitables para las personas, sino que crean espacios inclusivos y accesibles para todos. Aunque las soluciones deben adaptarse al contexto particular de cada ciudad. Por tanto, los beneficios pueden ser múltiples y pueden mantenerse en varios ámbitos del crecimiento urbano, como la vitalidad económica a través del empoderamiento de las comunidades locales, la mejora de la calidad de vida y la sostenibilidad medioambiental.
La importancia del espacio público se suele malinterpretar sólo como un espacio de recreo, sino que estos espacios son potenciales generadores de crecimiento de la ciudad y a menudo acaban siendo los terrenos más valiosos de las ciudades. Sin embargo, las disposiciones suelen considerarlos sólo como un espacio verde, en lugar de ser mucho más que eso. La ausencia de disposiciones para los espacios abiertos obstaculiza las actividades económicas, contamina el medio ambiente y disminuye la fuerza y la seguridad social. La inexorable urbanización y el desarrollo de la población agravan aún más esta circunstancia. Los espacios públicos deben considerarse como una ayuda esencial, con una necesidad similar a la del transporte, el agua, la vivienda y el saneamiento, que el gobierno y las comunidades suelen considerar como un bien básico.
Referencias
Pps.org. 2014. Ten Strategies for Transforming Cities and Public Spaces Through Placemaking.
World Economic Forum. 2016. Why We Need More Public Spaces in Our Cities.
World Bank Blogs. 2015. Public Spaces – Not A “Nice to Have” But A Basic Need For Cities.
CityLab. 2013. Streets Can Be Public Spaces Too