Platón es uno de los más grandes pensadores de todos los tiempos, un filósofo que cambió el mundo y, sin duda, un maestro inolvidable. Sus obras en el campo de la filosofía han influido significativamente en la humanidad y esas influencias todavía se pueden ver hoy. Platón era un hombre sencillo que quería ayudar a las personas a alcanzar un estado llamado Eudaimonia o plenitud. Tenía muchas grandes filosofías para hacer la vida más plena.

Empujó a sus alumnos y a todos los que lo rodeaban a pensar más, tomar decisiones más lógicas. Creía que muchas veces los humanos nunca pensaban antes de actuar, sucumbiendo al Doxa, que es lo que los antiguos griegos llamaban opiniones populares que nos empujaban hacia valores, opiniones, carreras y relaciones equivocados. La respuesta de Platón a este problema de la mentalidad de la multitud fue conocerse a sí mismo, hacer un tipo especial de terapia llamada filosofía, examinar sus ideas, contradecirlas y cuestionarlas. Este proceso llegó a conocerse popularmente más tarde como Discusión socrática.
Si Platón fuera arquitecto, creo que habría sido un diseñador muy orientado a la investigación y centrado en el ser humano. Al ver el proceso de diseño como un desarrollo flexible y que fluye libremente, habría contradicho todas sus ideas en las etapas iniciales de los diseños, cuestionado todo (la ética de trabajo típica de un filósofo) y encontrado soluciones de diseño maravillosas pero simple,. nada más por ahí. Continuaría volviendo a múltiples etapas de diseño, cambiando entre ellas, sin miedo a retocar cosas, haciendo de todo el proceso un avance no lineal.
Otra de sus ideas para alcanzar la verdadera realización fue decodificar la belleza. Los seres humanos siempre han amado las cosas bellas, pero Platón fue el primero en preguntar por qué amamos las cosas bellas. Él mismo planteó una respuesta a su pregunta: los objetos hermosos nos susurran una verdad importante sobre la buena vida. Según él, los objetos solo encontramos hermosos cuando inconscientemente sentimos en ellos las cualidades que necesitábamos pero que estaban ausentes de nuestras vidas. Estaba convencido de que la belleza educa nuestras almas.
Ahora, si Platón practicara la arquitectura en lugar de la filosofía, imagino que habría habido un lugar especial para la belleza en todas sus obras. Sus fachadas habrían celebrado la belleza, al mismo tiempo que tenían un sentido de orden subyacente, algo así como los edificios del período renacentista. Habría apreciado la belleza en cada nicho y surco de un edificio, usando colores claros, supongo, ya que se adaptan a su personalidad. Nada demasiado ruidoso, demasiado llamativo, algo silencioso y eficiente e impresionantemente hermoso, quizás clásico.
La Certosa di Pavia, Italia, puede ser un ejemplo de cómo podrían haber sido sus obras.

Platón estaba obsesionado con las formas, aunque su definición de forma eran polos aparte de nuestra comprensión de las formas en el mundo arquitectónico. Según él, existía un mundo perfecto de formas más allá de nuestro mundo imperfecto. La forma era la versión ideal de las cosas y los conceptos que vemos a nuestro alrededor, una especie de manual de instrucciones. Los árboles tendrían formas ideales, al igual que las aves y los edificios. Platón pensó que nuestra realidad consistía en copias imperfectas de estas formas ideales.
Veo a Platón como un arquitecto muy basado en la forma, todos sus diseños están dictados por la forma, una que él considera ideal para el proyecto. Sus obras están lo más cerca posible de la perfección. Comenzaría con formas. Todos los servicios y tecnicismos serían pensados, más tarde, todos los detalles (y habría una plétora de ellos) tendrían en cuenta al diseñar. Sus diseños son casi impecables.
Mientras situaba a la humanidad entre los animales, Platón nos agrupó con los pájaros, llamándonos los “bípedos sin plumas”. Imagino que Platón también se inspirará en gran medida en la naturaleza, tal vez practicando el biomimetismo en muchas de sus propuestas.
Platón creía firmemente que una reforma en la sociedad de la antigua Grecia era una necesidad apremiante, su ideología sobre este tema se puede ver en su libro titulado La República. Argumentó que gobernar era el oficio de contemplar las formas y cualquiera que dominara este oficio era apto para liderar. Por lo tanto, Platón quería que los filósofos fueran reyes o que los reyes de esa época se convirtieran en filósofos si se quería formar una sociedad ideal. Platón fue el primer pensador utópico del mundo, un verdadero creyente de una sociedad donde todo era perfecto. Platón también dividió la sociedad en tres grupos: los productores, los militares y los gobernantes para ayudar a lograr esta sociedad sin costuras.
Como arquitecto, lo veo incursionando también en la planificación urbana, sabiendo exactamente dónde colocar qué, al mismo tiempo que resuelve muchos de los problemas que los antiguos griegos tenían en ese entonces. Estaba obsesionado con formas ideales y utópicas. Me vienen a la mente palabras como armonía y equilibrio, algo que podría haber sido un denominador común en todas sus obras. Proporciones armoniosas, arcos de medio punto y pilares robustos, algo en la línea del románico podría haber sido su estilo. Todas sus obras estaban contentas con cómo estaban y dónde estaban de la forma en que lo hicieron.
Siendo el fundador de la Academia, me imagino a Platón tratando de cambiar el mundo con sus obras arquitectónicas, diseñando estructuras importantes como más academias, escuelas y colegios, complejos gubernamentales para sus reyes-filósofos, y todo eso. Habría un significado subyacente para todas sus obras, pero también sería experimental, siempre probando algo nuevo, nunca apegándose a un solo nicho, pero también teniendo ciertos principios y cualidades comunes en todos ellos. Algo como el Capitolio en Estados Unidos puede ser un ejemplo de su estilo de trabajo.

El mundo de la arquitectura habría sido excepcionalmente diferente si Platón fuera arquitecto. Con sus edificios contentos, algo no demasiado extravagante y seguro, como si hiciera una declaración y su estilo fuera utópico, las formas y la arquitectura, en general, habrían tenido un significado diferente tal vez – Suspiro -.
