Ya sea que esté comenzando en el campo de la arquitectura o un arquitecto con cuarenta años de experiencia, las visitas de sitio tienen un rol central en nuestro desarrollo profesional. La mayoría de las veces, las visitas de sitio se realizan durante la fase de construcción de un proyecto. Es en esta etapa donde un equipo de profesionales multidisciplinares se reúne físicamente para realizar cosas previamente dibujadas en papel en un espacio real y tridimensional. Este proceso largo y complejo inevitablemente presenta una serie de desafíos, pero precisamente eso ofrece oportunidades de aprendizaje únicas para arquitectos, diseñadores y todos los involucrados. Desde adquirir conocimientos profesionales hasta desarrollar importantes habilidades para la vida, aquí hay ocho razones por las que las visitas de sitio son la mejor experiencia de aprendizaje:

Las visitas de sitio permiten una experiencia auténtica y precisa del espacio.
Si bien podemos pensar que conocemos un espacio o edificio de adentro hacia afuera por todo el tiempo extra invertido en dibujar planos, elevaciones y secciones, sin mencionar la creación de representaciones fotorrealistas, las visitas al sitio pueden demostrar que el espacio real se ve y se siente muy diferente de lo que habíamos imaginado. Los factores físicos como la hora del día, la temperatura y el tráfico de personas afectan nuestra percepción de un espacio o edificio, pero los efectos de estos nunca se pueden transmitir lo suficiente a través de simples dibujos bidimensionales y es al estar en el sitio que experimentamos estos factores en el trabajo y obtenemos una comprensión precisa del espacio.
A veces, las visitas antes de la fase de diseño son crucial para ayudarnos a entender la cultura local del lugar.
Cuando un proyecto está ubicado en un lugar desconocido para nosotros, una visita al sitio no solo nos permite realizar un análisis del sitio, sino que también nos expone a la forma de vida local y la cultura única del lugar. Ninguna cantidad de investigación en la oficina puede ser mejor que estar en el lugar y estar inmerso física y psicológicamente en el entorno. Esto es importante para que podamos crear soluciones de diseño que sean sensibles y respondan a las necesidades y características particulares de un lugar.
Aprendemos la mayoría de los detalles de la construcción y los métodos de construcción en el sitio.
Es ampliamente aceptado entre los profesionales que la educación arquitectónica en las escuelas rara vez hace un buen trabajo al exponer a los estudiantes a los métodos de construcción. Las escuelas se enfocan en enseñar a los estudiantes a pensar conceptualmente y a vender sus diseños arquitectónicos, pero cuando se trata de materiales y construcción reales, estar en el lugar nos permite ser testigos de cómo se unen los diferentes materiales y componentes y los procesos y mecanismos involucrados en la construcción. De hecho, pregúntele a cualquier profesional en el campo y es probable que le diga que la mayor parte de su conocimiento de la construcción provino de años de experiencia en el sitio.
Las visitas al sitio nos permiten aprender de la experiencia de otros profesionales.
La mayoría de las veces, las visitas al sitio significan reunirse con profesionales de otros campos. A través de nuestra discusión de problemas y soluciones con profesionales como ingenieros, contratistas y electricistas, no solo obtenemos conocimiento de otras disciplinas que serán útiles para nuestro trabajo, sino que, lo que es más importante, vemos que su experiencia se aplica en la vida real en el lugar de trabajo. Comprender los aspectos de un diseño desde su perspectiva también nos ayuda a prever y prevenir problemas potenciales en nuestras propuestas de diseño.
Las visitas al sitio nos exponen a preocupaciones de seguridad.
La mayoría de las veces, las visitas significan reunirse con profesionales de otros campos. A través de nuestra discusión de problemas y soluciones con profesionales como ingenieros, contratistas y electricistas, no solo obtenemos conocimiento de otras disciplinas que serán útiles para nuestro trabajo, sino que, lo que es más importante, vemos que su experiencia se aplica en la vida real en el lugar de trabajo. Comprender los aspectos de un diseño desde su perspectiva también nos ayuda a prever y prevenir problemas potenciales en nuestras propuestas de diseño.
Las visitas al sitio nos entrenan para pensar y tomar decisiones sobre nuestros pies.
Cuando un proyecto se encuentra con un problema en el sitio de construcción, los arquitectos y diseñadores a menudo necesitan conversar con otros profesionales para llegar a una decisión en el momento. Desde la sustitución de materiales hasta la firma de un acuerdo, estas cosas nos obligan a estar atentos a diversos factores y consecuencias bajo una estricta limitación de tiempo. Muchas de estas decisiones tienen un impacto importante en el cronograma y el costo de un proyecto, por lo que es importante tener la conciencia crítica y las habilidades de pensamiento necesarias para tomar tales decisiones cuando se nos requieran.
Las discusiones y negociaciones durante las visitas se fortalecen nuestras habilidades interpersonales y de comunicación.
Como las diferentes disciplinas a menudo tienen diferentes métodos de trabajo, las discusiones y negociaciones con un equipo multidisciplinario en el sitio requieren que tengamos buenas habilidades de comunicación para que podamos transmitir nuestros pensamientos de manera efectiva y relacionarnos con todos los involucrados. Estas conversaciones nos permiten desarrollar habilidades interpersonales y aprender de las diversas estrategias de comunicación y trabajo de otros profesionales para mejorar en la colaboración, la gestión y el liderazgo.
Cuando las cosas no salen según lo planeado, las visitas al sitio nos permiten comprender por qué y cómo falló un diseño.
A veces, lo que dibujamos como planos bidimensionales, elevaciones, secciones y detalles de construcción no se traduce con éxito en realidades tridimensionales. Es útil ver el espacio físico o los materiales y hablar con otros profesionales en el lugar para comprender exactamente cómo y por qué un diseño no resultó como lo imaginamos. Estas experiencias nos darán la previsión necesaria para evitar errores similares en los proyectos futuros.
En última instancia, las visitas al sitio no solo nos permiten obtener más conocimientos técnicos y prácticos sobre los materiales y los procesos de construcción, sino que también ofrecen oportunidades para desarrollar valiosas habilidades para la vida que podemos aplicar en nuestra vida diaria. No obstante, todas estas oportunidades de aprendizaje son solo en la medida en que las aprovechemos. Al prestar más atención a los procesos y complejidades en una visita al sitio, podríamos hacer que nuestra experiencia sea mucho más interesante y significativa de lo que parece.