Todos los peatones de las ciudades metropolitanas esperan por “Una ciudad para peatones”. Vivir en ciudades tan abarrotadas, donde las carreteras están obstruidas por el tráfico, los estacionamientos están llenos de automóviles y la gente está atrapada en cajas de vidrio, es hoy en día una rutina normal de la vida urbana.
En medio de estas situaciones, las personas que caminan por las carreteras corren un mayor riesgo.
Según una encuesta, realizada por la policía de tránsito en la India, de las 1.510 personas que murieron en accidentes de tránsito en 2017, al menos el 44 por ciento eran peatones. En 2018, alrededor del 40 por ciento de las 1.604 personas que murieron en accidentes de tráfico eran peatones. Tomando el caso de Delhi, según los datos proporcionados por la DDA, hasta el 34 por ciento de todos los viajes diarios son “solo a pie”, con el 58 por ciento de ellos a institutos de educación y el 31 por ciento a lugares de trabajo. Casi el 50 por ciento de los usuarios del metro viajan hacia y desde las estaciones a pie. Caminar es también el modo de transporte dominante para el 77 por ciento de los pobres urbanos que se desplazan a pie.
En nuestro país, la movilidad del tráfico peatonal está menos cuidada. Existe un completo desconocimiento de la infraestructura peatonal adecuada en las ciudades metropolitanas de la India. La mayoría de las carreteras no tienen acera e incluso si las hay, están interrumpidas por alumbrado público, estacionamientos informales, entradas y salidas de edificios y cubos de basura. La infraestructura básica para caminar debe tener al menos una zona para caminar continua, segura e ininterrumpida donde las personas se sientan cómodas.
Para saber más sobre la peatonalización de nuestras ciudades metropolitanas, primero averigüemos cuáles son los problemas comunes por los que pasa un peatón.
- A menudo se pasa por alto a las personas que caminan por las carreteras: muchas veces hemos visto personas en automóviles que intentan adelantar desde el borde de la carretera. Como no hay un sendero adecuado, los peatones caminan literalmente por ese borde de la carretera. Esto crea una alta probabilidad de accidentes ya que se descuida a los peatones y luego se les culpa por caminar por la carretera.
- Se da más importancia a la infraestructura orientada al automóvil que a la orientada a las personas: el desarrollo de cada ciudad se juzga por la calidad de la infraestructura vial que se ha proporcionado. Diseñar un espacio para el tráfico de automóviles en aumento es siempre una prioridad importante en nuestras políticas de planificación urbana. Por lo tanto, la red de movimiento de peatones se ha eliminado gradualmente hasta el borde de la calle. Por lo tanto, las personas que se mueven en automóviles tienden a pasar por alto al peatón y conducen según su velocidad.
- Las calles no son seguras para caminar: las ciudades tradicionales siempre se han planificado de acuerdo con las necesidades y dimensiones humanas. Por lo tanto, vemos carriles estrechos con “ojos en las calles”, funciones mixtas y una combinación de actividades humanas que ocurren con aperturas de tiendas en los mismos carriles y, lo más importante, sin automóviles u otro tráfico que obstaculice el movimiento. Estos espacios invitan a la gente a caminar.
Pero actualmente, en las ciudades, los barrios se planifican descentralizando las funciones. Los mercados están divididos en zonas, se construyen altos muros limítrofes a lo largo del borde de la calle, los senderos están invadidos para el estacionamiento de automóviles y no hay actividades humanas en las amplias calles. En tal escenario, a nadie le gusta caminar por una calle sin salida que ignora por completo la perspectiva de la gente.
¿Dónde está la salida?
Muchos urbanistas han trabajado en algunas estrategias que pueden hacer que las carreteras sean más animadas y seguras para los peatones en las ciudades metropolitanas. Creen que para revitalizar nuestras ciudades, es importante mirar la escala y las dimensiones humanas para una mejor calidad de vida urbana. Algunas de las estrategias clave son:
Convertir las carreteras en calles prioritarias para peatones
Los planificadores urbanos pueden identificar las calles con máximo tráfico peatonal y pueden convertirlas en vías peatonales. Estas calles se pueden vincular a más calles peatonales, donde solo los caminantes y ciclistas tienen la libertad de deambular, y los autos solo se permiten durante un tiempo determinado, y eso también en el límite de velocidad restringido.
Repensando los estacionamientos en plazas públicas
Tener más espacios públicos donde la gente pueda disfrutar de actividades sociales, relajarse y experimentar la cultura de la ciudad podría marcar una gran diferencia. Es importante hacer que las personas en condiciones de tomar decisiones finales comprendan que la ciudad necesita espacios que potencien la actividad humana. Los aparcamientos son uno de los espacios que se pueden convertir en plazas públicas.
Respetando la escala humana y las necesidades
La gente prefiere ir a lugares donde ve a otras personas. Por lo tanto, existe la necesidad de crear o revitalizar las áreas públicas existentes, como mercados, monumentos o edificios históricos y verdes, en espacios accesibles. La interconexión de estos sitios puede crear una ruta peatonal animada y vivencial que encuentra puntos de pausa a intervalos regulares.
Fomentar la vida mixta
Los vecindarios pueden volverse vibrantes cuando hay una tipología mixta de edificios. Además, la planificación mixta del uso del suelo ayuda a que las calles estén activas durante todo el día. Tener una variedad de actividades ayuda a crear espacios diversos, que hacen que las calles se puedan usar en diferentes zonas horarias. Por ejemplo, los estudiantes que viven en cualquier vecindario se sumarán al movimiento activo en las calles durante el día y la noche y las tiendas permanecerán abiertas hasta entonces para satisfacer sus necesidades, agregando más ojos en las calles.
Garantizar la seguridad y la comodidad
Para que cualquier calle tenga éxito, las zonas peatonales deben proporcionar un entorno seguro y animado para alentar a las personas a caminar. Podría haber un grupo diverso de usuarios en una calle, como niños, ancianos, mujeres con niños y también personas con discapacidades, lo que incitaría a la calle a atender la seguridad de todos. Podría hacerse visible para que el tráfico vehicular disminuya la velocidad. Las zonas transitables se pueden hacer más cómodas y accesibles protegiendo a los peatones del calor, la lluvia y otros elementos.
Hacer que las calles sean accesibles para los peatones no solo ayudará a mejorar la calidad espacial de la ciudad, sino que también hará que las ciudades sean más sostenibles y seguras para sus ciudadanos.
