Saul Bass dice con razón que “el diseño es un pensamiento hecho visual” y, por tanto, presentar un proyecto es tan importante como diseñarlo. El arte de presentar un proyecto de arquitectura debe cultivarse desde la escuela de diseño, lo que ayudará a uno a ofrecer lo óptimo también en el campo práctico. La presentación del proyecto puede no ser la más esencial en todo el proceso, pero es la única herramienta para crear una impresión o expresión de su proyecto. Este artículo trata sobre aquellos aspectos que ayudan a realizar una presentación exitosa de un proyecto de arquitectura. Los dos tipos de impresiones que crea un proyecto de arquitectura en la audiencia que se pueden categorizar como Impresión psicológica e Impresión visual.

Prepárese y practique.
Como dice el refrán, “La práctica hace al hombre perfecto” y por eso, es muy recomendable prepararlo y presentarlo. Intente hacer una presentación ficticia frente a un amigo, un familiar o incluso un espejo, lo que aumentará la confianza. Esto hace que la presentación se vea sin esfuerzo y crea un impacto claro en el oyente. Practicar la presentación ayuda a descubrir las lagunas y, por lo tanto, crea un margen de mejora. Definir los puntos clave seguramente ayudará a memorizar el contenido.
Explique la estructura de la presentación.
Al comienzo de la presentación en sí, presente los destellos dando la estructura de la presentación. Esto mantendrá a su audiencia al tanto de los temas con mucha anticipación, además de mantenerlos encaminados mientras se desarrolla la presentación. Además de esto, cada diapositiva debe tener una indicación o el título en la parte inferior que le dará la claridad de dónde se encuentra en la presentación.
¡La audiencia importa!
Es muy importante saber a quién le está presentando. ¿Qué quiere saber tu audiencia de ti? Básicamente, conocer su interés te ayudará a hacer una presentación exitosa. Fíjese los Objetivos para usted, que cumplirán el objetivo de su oyente. La tipología y estructura de la presentación cambia con el tipo de audiencia, por ejemplo: si son miembros del jurado, entonces la defensa es la clave, si son estudiantes que desean aprender algunos conceptos, entonces la explicación por etapas funcionaría y si son su clientes, entonces el proceso estratégico ayudaría. A veces, lo que se hace es menos importante que cómo se hizo. ¡Entiende la diferencia!
La simplicidad es la clave.
Evite utilizar jergas pesadas y complicar así la presentación. Su presentación debe ser lo más simple posible en términos de introducción, contenido principal y conclusión. El uso de jergas pesadas puede generar confusión y, por lo tanto, no dar la idea exacta. Tu audiencia y tú deberían estar en el mismo plano, interactuando al mismo nivel de conocimiento. Por lo tanto, explicar los puntos clave o las fases funciona muy bien.
Primero use la confianza.
Como todos sabemos, la primera impresión es la última, y por ello, es recomendable representar tu mejor forma en cuanto a apariencia física. Vístete bien pero con los más cómodos. Puede lucir profesional y sentirse cómodo al mismo tiempo.
Aquí, el lenguaje corporal también juega un papel crucial. Por lo tanto, recomendaría usar la confianza primero y el resto se asentará por sí solo. Un orador seguro puede llevar una discusión al destino deseado obteniendo así el resultado.
Más ilustraciones.
Una presentación debe ser tal que la mayor parte del contenido se transmita a través de varias ilustraciones e imágenes. Esto no solo hará que la presentación sea vibrante, sino que también transmitirá el significado con menos texto. El uso de colores para demarcar y aclarar aún más las cosas servirá como guinda del pastel.
Antecedentes y detalles.
Siempre se recomienda utilizar un fondo liso. Un fondo blanco realza la composición y mantiene a la audiencia concentrada. Se debe usar un fondo negro donde las imágenes deben mejorar en ausencia del texto. Debe mantenerse una jerarquía visual para mantener a la audiencia en el camino correcto. Abstenerse de exagerar y empaquetar la diapositiva con demasiada información que es difícil de procesar a la vez para el espectador por primera vez.

Colores y fuentes.
Intente adoptar un esquema de color que complemente el tema de su proyecto. Los colores contrastantes crean una sensación de variación y, por lo tanto, pierden la armonía. El monocromo siempre funciona adecuadamente cuando hay confusión. Las fuentes transmiten aquellos aspectos que pueden pasarse por alto al explicar el trabajo y, por lo tanto, la selección del tipo y tamaño de fuente adecuados es imprescindible. Evite el uso de diferentes tipos de fuentes, en su lugar use varios tamaños de las mismas fuentes para encabezados, etiquetas y subtítulos. La familia de fuentes recomendada es el tipo serif, que incluye Helvetica, Sans Serif y Century Gothic.
Explicación con gestos.
Solo las imágenes y las explicaciones no ayudarán. Unos pocos gestos con las manos, el movimiento corporal se suma a una mejor forma de representación y también genera confianza entre el público.
¡La conclusión es imprescindible!
Un resumen al final de la presentación siempre vincula la presentación. Después del resumen, debe evitarse un simple agradecimiento, más bien use una cita o un dicho que se relacione con el concepto o la teoría de su proyecto. También representa el final de la explicación y también indica la sala abierta para la sesión de preguntas y respuestas para la audiencia.