“Cambio climático”, una palabra que provoca ansiedad inmediata y sentimientos de malestar en la mayoría de los que seguimos las noticias, y con razón. Es un tema determinante de nuestro tiempo. Desde el aumento del nivel del mar hasta los patrones cambiantes del clima, el cambio climático está afectando gradualmente nuestra vida diaria. Si no se controla, puede causar daños sin precedentes.
Las industrias de la arquitectura, la construcción y la inmobiliaria son los principales contribuyentes al cambio climático. Desde el uso de cantidades excesivas de material y energía durante la construcción hasta la creación de estructuras que aumentan drásticamente el consumo de energía, la arquitectura ha sido fundamental para contribuir al desastre que se avecina, que es el cambio climático.
Sin una acción drástica hoy, en el ámbito de la construcción y la arquitectura, nos dirigiremos hacia un futuro donde la mitigación o adaptación a estos impactos será más difícil.

El cambio climático es y debe cambiar el campo de la arquitectura. Casi el 40% de las emisiones son generadas por la industria de la arquitectura y la construcción, tanto directa como indirectamente. Esto es extremadamente preocupante ya que la comunidad arquitectónica parece estar haciendo caso omiso de la responsabilidad, sin tomar las medidas necesarias para mitigar los efectos negativos. No obstante, ha habido algunos cambios en los últimos años y los arquitectos parecen estar asumiendo responsabilidades y derivando a nuevos métodos de construcción.
Este cambio climático debe adoptarse a un nivel más centrado en el ser humano, donde las personas puedan comprender sus acciones a un nivel más fundamental. En los últimos años, los arquitectos han asumido roles más importantes en el reconocimiento del impacto del cambio climático y asumiendo la responsabilidad de diseñar y crear estructuras más eficientes y sensibles al clima.
Ha habido un cambio en la industria de la construcción hacia el uso de materiales más sostenibles. El hormigón utiliza enormes cantidades de energía durante la producción y es un material reciclable y no reutilizable. Dichos materiales también aumentan el desperdicio resultante producido. Los arquitectos se han ido moviendo lentamente hacia el uso de materiales más sostenibles como ladrillos y arcilla, utilizando materiales disponibles localmente. Incluso el acero se utiliza como una alternativa popular, ya que se puede reutilizar y reciclar.

Además, la arquitectura ha experimentado un aumento sin precedentes en el ámbito de la reutilización adaptativa como técnica. La reutilización de estructuras existentes se considera una práctica más sostenible, y muchos arquitectos valoran este cambio. Incluso reutilizar materiales de construcción después de que un edificio se vuelve disfuncional, hace una gran diferencia al practicar el uso ético del material.

Las prácticas y métodos de construcción más sostenibles, como los elementos prefabricados y el traslado de la construcción fuera del sitio, reducen el desperdicio y el consumo de energía por un amplio margen. Otra forma en que el cambio climático ha impactado la arquitectura es creando conciencia entre la práctica y más allá. Los arquitectos y diseñadores abogan por el uso de materiales y métodos de construcción más ecológicos y sostenibles, que creen conciencia incluso entre los clientes y la población en general.
El cambio climático ha empujado a los arquitectos a tomar en serio el tema: un grupo de arquitectos líderes en el Reino Unido ha unido fuerzas para formar el grupo “Architects Declare”, que incluye firmas como Foster + Partners, Zaha Hadid y David Chipperfield. El grupo ha abordado dos temas clave para investigar: el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
Los edificios y sus cargas operativas también han experimentado un cambio en los últimos años. Los arquitectos y diseñadores han estado incorporando métodos y materiales para usar la menor cantidad de energía para la operación y creando formas de incorporar sistemas de enfriamiento y ventilación naturales.
El cambio climático debería convertirse en una parte no negociable del diseño, una que sea esencial y fundamental. Últimamente, los gobiernos y las agencias han elaborado nuevas leyes y políticas para mitigar el impacto del cambio climático. Estas políticas más nuevas crean vías para fusiones esenciales y prerrequisito entre el diseño y la respuesta al cambio climático. Estas políticas deben adoptarse y aplicarse en el nivel básico del diseño y la construcción, ya que cada proyecto o estructura construida contribuye activamente al panorama más amplio del cambio climático.
La mayor eficiencia y los métodos de creación de estructuras resilientes han influido en los arquitectos para incorporar alternativas más sostenibles. Sin embargo, el cambio climático también ha llevado a los diseñadores y la industria de la construcción a luchar contra los crecientes costos de materiales y recursos. La demanda de edificios se ha incrementado drásticamente y, con ella, los precios de los recursos. Para combatir esto, se necesitan nuevas investigaciones para crear materiales y métodos de construcción aún más sostenibles y económicamente amigables.
Repensar los aspectos de formulación de políticas, diseño, construcción, edificación, operación e incluso la demolición y reutilización de edificios, para mitigar los efectos del cambio climático, es un trabajo que debe ser asumido activamente por todos los arquitectos. Crear resiliencia y aumentar la eficiencia, al mismo tiempo que se investigan mejores métodos y materiales, es una responsabilidad importante que los creadores del entorno construido, como los arquitectos, deben hacer. La arquitectura necesita cambiar y adaptarse al clima, para que podamos crear un futuro mejor.
